¿La creatividad se asocia a la
psicopatología?
Existe la idea bastante extendida de que el genio
artístico y la “locura” o psicopatología están vinculados. Y así se ha escrito
mucho sobre los trastornos mentales de personajes célebres en las Artes como
Van Gogh, Lord Byron, Lewis Carroll o Virginia Wolff, pero ¿es cierta esa
idea?, ¿de verdad la creatividad se
asocia de alguna manera con los rasgos psicopatológicos?
Darya
Zabelina, David Condon y Mark Beeman, investigadores de la Universidad de
Northwestern en Estados Unidos han intentado aportar novedades respecto a esta
cuestión realizando un estudio cuyos resultados se han publicado recientemente
en Frontiers in Psychology (2014). En su investigación participaron un total de
100 personas jóvenes sin trastornos psicopatológicos diagnosticados.
Todas ellas completaron una serie de
cuestionarios e instrumentos de evaluación destinados a valorar la presencia de rasgos esquizotípicos, hipomaníacos, depresivos,
psicóticos, autistas y de trastorno de déficit de atención en su personalidad y
comportamiento.
Para valorar la creatividad, todos los participantes
realizaron por un lado, un test de pensamiento divergente (el Abbreviated
Torrance Test for Adults, de Goff y Torrance, 2002) que incluía tareas como
pensar en 3 minutos qué tipo de problemas podrían surgir si fuéramos capaces de
caminar por el aire, y por otro lado completaron un cuestionario de logros
creativos en la vida real. Por último, se recogió información de los logros
académicos de los individuos.
El análisis de todas las pruebas obtenidas de la
muestra de participantes mostró que, independientemente de los logros
académicos, los sujetos que puntuaron más alto en
psicoticismo e hipomanía eran los que más producciones creativas habían tenido
en sus vidas, incluyendo cosas como haber creado algo que haya
sido criticado o reconocido en alguna publicación nacional (p. ej. cuadros,
composiciones musicales o descubrimientos científicos).
Los autores explicaron que algunas características asociadas al psicoticismo, como la
impulsividad o la búsqueda de sensaciones, y otras asociadas a la hipomanía,
como un nivel de energía alto, pueden beneficiar a la creatividad.
Sin embargo, afirman que no es necesario ni suficiente poseer
una predisposición a la enfermedad mental para ser creativo.
Y es que, de forma curiosa, el pensamiento divergente no se relacionó de forma
significativa con ninguna de las dimensiones de psicopatología evaluadas.
Quizá
debamos intentar desarrollar algunas características de nuestra personalidad
sin llegar a lo patológico. Ser un poco más impulsivo, trabajar nuestra flexibilidad mental o aumentar nuestra energía pueden ser
algunas formas de mejorar también nuestra capacidad creativa.
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