martes, 21 de agosto de 2012

ESTREÑIMIENTO: PLANTAS MEDICINALES



ESTREÑIMIENTO: PLANTAS MEDICINALES
Uno de los remedios clásicos contra el estreñimiento son; las semillas de lino, en ellas se encuentra una gran cantidad de fibra dietética y sustancias que en pequeñas cantidades estimulan el movimiento intestinal. Su forma de uso; para tomarlas se pone dos o tres cucharaditas de semillas de lino en agua y se dejarán en remojo toda la noche, por la mañana, se tomarán las semillas y el agua en que se han remojado.

Si se producen muchas flatulencias, se pueden cambiar las semillas de lino por las de zaragatona (plantago ovata), mucho más pequeñas. Entre el salvado y los laxantes formadores de masa, y los laxantes más potentes, contamos el grupo de la Isphagula que son semillas de diversas plantas de la familia del llantén (Plantago psillium, plantago ovata, etc). Se trata de semillas muy pequeñas que se encuentran en los comercios ya trituradas y en forma de granulado, y que también se toman con agua.

 Son notablemente populares y de gran utilidad en el tratamiento del estreñimiento a largo plazo. Existen sin embargo, otro tipo de laxantes de una potencia mayor, y poco recomendados para usarlos de forma recurrente, aunque son los que más se usan en realidad, son los laxantes osmóticos y su acción consiste en irritar moderadamente la mucosa intestinal, para que el intestino reaccione segregando una buena cantidad de jugos intestinales que, fluidificarán las heces. Algunos son muy potentes y otros menos y claro siempre será preferible empezar por los más suaves.

Una serie de géneros de plantas se usan en este sentido como; el género Rhamnus; del primero se utilizan especialmente los frutos y del segundo las cortezas. En el caso de los laxantes, es mejor utilizar una planta recogida de algún tiempo que una excesivamente fresca, ya que; las recogidas recién son extremadamente purgantes y van perdiendo potencia conforme se desecan y envejecen.


·         Cañafístula (Cassia fístula). Su fruto es una caña que al moverla hace un ruido como una maraca, cuando abrimos la caña nos damos cuenta que contiene semillas muy duras en su interior y una sustancia dulzona y esponjosa entre semilla y semilla (que se denomina vulgarmente sello). Estos sellos se pueden comer y masticar como si de un caramelo se tratara, generalmente masticando seis o siete cada día es suficiente para aliviar el estreñimiento. El resto de la caña y la semilla la guardamos para hacer tizanas, hirviendo la planta 5 minutos y dejando reposar otros 5 para luego tomarla.

·         Cáscara sagrada (Rhamnus purshiana). Se puede adquirir en farmacias y tiendas de dietética, comúnmente en forma de comprimidos o de capsulas. De las plantas del género Rhamnus es una de las más utilizadas. Hay otros tipos que se acostumbra utilizar para tratar el estreñimiento como el aladierno (Rhamnus cathartica). Sin embargo, su uso ha de hacerse con suma precaución por tener efectos purgantes muy acentuados. Las plantas del género Rhamnus deben utilizarse con mucho cuidado porque; se ha observado que la pared intestinal de las personas que toman estos productos con frecuencia terminan tomando una coloración muy oscura, casi negra. Pero, aún  no se ha comprobado que esta pigmentación tenga efectos nocivos, pero de hecho existe una duda.

·         Sen (Cassia senna). Se puede utilizar tanto las hojas como sus frutos alados, denominados también sellos. Se trata de un laxante más potente que el anterior, que se toma poniendo 5 hojas o frutos por taza, e hirviéndolos de la misma manera que en el caso de la cañafístula.
Los hábitos de vida son de especial importancia en el estreñimiento. El primero de ellos consiste en proceder hacer tu necesidad, siempre que se sienta que tu cuerpo está dispuesto a ello. Las circunstancias sociales hacen que a menudo no vayamos a defecar cuando realmente tengamos ganas, sino cuando podemos o lo consideramos aceptable. Por esto, lo mejor es adoptar una rutina, como por ejemplo ir al lavabo todas las mañanas o todas las noches a una hora determinada, aunque no tengamos demasiadas ganas.